Los Pactos Accionistas o Socios son acuerdos generalmente privados que tienen como finalidad reglamentar la relación de los socios de una sociedad por un período determinado, con miras a establecer reglas especiales sobre los derechos, deberes y obligaciones de los socios. Los Pactos de Accionistas pueden realizarse para todo tipo de empresa, sin importar el tipo societario bajo el que estén constituidas.
Los Pactos de Accionistas complementan las reglas establecidas en los estatutos sociales y fungen como guía sobre cómo los socios deben actuar en determinadas situaciones que se presenten en la vida de la sociedad. De un Pacto de Accionistas puede nacer la necesidad de una modificación de los estatutos sociales.
El Artículo 194 de la Ley 479-08 establece de forma enunciativa, más no limitativa, los aspectos que pueden ser reglamentados en un Pacto de Accionistas, los cuales son: el control de la sociedad, la compra y venta de acciones, el ejercicio de los derechos de preferencia, la conducción de los negocios sociales, el voto colectivo y la composición del capital social.
Los Pactos de Accionistas serán válidos cuando no sean contrarios a las reglas de orden público, a alguna disposición imperativa de los estatutos o al interés social, y no podrán estipularse a perpetuidad.
Los Pacto de Accionistas suponen una herramienta de relevante importancia para las empresas, en especial para: empresas familiares que deseen establecer reglas especiales con miras a garantizar la longevidad del negocio; empresas constituidas por emprendimientos conjuntos de personas o compañías para disponer las políticas de distribución de dividendos o la transferencia de acciones; empresas de un sector especializado para establecer reglas de no competencia y confidencialidad, entre otros.
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